Mochilas para cámaras
Guía para elegir la bolsa o mochila que necesitas para tu cámara y equipo fotográfico o de vídeo.
Si pensabas que elegir una cámara era complicado, no imaginas lo complicado que puede ser dar con la mochila ideal..
Y es que no existe tal cosa. No hay una mochila ideal que cubra perfectamente todas las necesidades y situaciones.
Vamos a ver una serie de criterios que nos ayuden a decidir en función de tu equipo, tus necesidades y tu presupuesto.
Índice rápido de contenidos
- ¿Qué características debería tener una mochila para cámaras?
- Mochilas de transporte vs mochilas para fotografiar
- Tipos de mochilas / bolsos según su forma y uso
- Mochilas de tamaño medio para comenzar (de propósito general)
- Mochilas recomendadas para equipo pequeño y ligero
- Mochilas de gama media / alta
- Mochilas recomendadas para senderismo
¿Qué características debería tener una mochila para cámaras?
Para mí, una mochila “ideal” para fotografía debería tener estas características básicas:
- Tiene que ofrecer protección: acolchado interior para proteger frente a caídas, golpes y protección frente a la lluvia.
- Debería tener capacidad suficiente para la cámara con el objetivo puesto y para el equipo que llevemos habitualmente en nuestras salidas fotográficas: otros objetivos, flash externo, disparador, baterías extra, filtros..
- En algunos casos nos interesará llevar más cosas, aparte del equipo fotográfico (algo de ropa, comida, agua…), por ejemplo si hacemos senderismo o vamos a estar varias horas fuera.
- Que sea cómoda. Que no se clave en el hombro, que no se resbale, que no moleste mientras hacemos fotos. Por supuesto, que no nos provoque una lesión.
- Que permita acceso rápido y sencillo a la cámara con el objetivo puesto.
- Que no permita un acceso fácil a los amigos de lo ajeno. Es decir, que no puedan abrir la mochila fácilmente sin que nos demos cuenta para robarnos la cámara o parte del equipo.
- En la medida de lo posible, que no parezca una mochila fotográfica, para pasar más desapercibida y evitar que el ladrón de turno la añada a su lista de tareas.
- Que no cueste más que la propia cámara, aunque es cierto que la calidad hay que pagarla.
- …
La cuestión es que algunas de las características son bastante incompatibles entre sí, por ejemplo las relacionadas con capacidad, tamaño y comodidad de uso.
Y todo eso sin tener en cuenta que para cada situación nos pueden interesar unas características u otras.
Por ejemplo, a veces nos apetecerá salir con un equipo mínimo y una mochila grande se convierte en un estorbo.
Otras veces necesitaremos llevar más accesorios (objetivos, flashes…) o quizás objetivos más grandes (teleobjetivos, etc.) y una mochila pequeña no nos valdría.
Si hacemos senderismo, o por ejemplo un viaje turístico, tendremos que llevar más cosas en la mochila, no sólo el equipo fotográfico.
Como ves, no hay una mochila perfecta para todas las situaciones.
Lo ideal sería tener al menos un par de mochilas de diferente tipo y tamaño, que nos ofrezcan un compromiso entre capacidad y comodidad.
Mochilas: transportar vs fotografiar
Esto creo que es importante. Y sigue un poco la línea de lo que he comentado en el apartado anterior.
Voy a hablar de mochila como algo genérico (mochila, bolso, bandolera, funda…). Más abajo veremos características de cada una de esas variantes.
Hay mochilas que son muy buenas para la fase de transporte: cabe todo el equipo, va protegido y nos permiten llevar peso de una forma cómoda.
Pero una vez llegamos al destino, donde vamos a fotografiar, necesitamos otras características:
- Acceso súper rápido a la cámara y quizás también a los objetivos
- Libertad de movimientos y comodidad para disfrutar de la fotografía (que la mochila no suponga un estorbo y nos arruine la experiencia)
Lo que va bien para transporte no va tan bien para la sesión en sí.
Y al revés, lo que va bien para la sesión (idealmente algo pequeño, cómodo y de acceso rápido) no suele ser la mejor opción para la fase de transporte.
¿Entonces, compro una mochila grande o algo pequeño?
Es decir, estamos hablando de la primera mochila fotográfica.
Vamos a suponer que tenemos inicialmente un equipo reducido: cámara, objetivo y poco más.
En principio tendríamos suficiente con una funda o una bandolera pequeña.
La cuestión es que tarde o temprano necesitaremos algo parecido a una mochila de transporte. Y a poco que vayamos ampliando el equipo con otros objetivos o con material auxiliar (flash de mano, disparador, filtros ópticos…) una funda pequeña se nos quedará corta.
¿Qué se suele llevar habitualmente en la mochila fotográfica?
- La cámara con el objetivo puesto.
- Una o más tarjetas de memoria de reserva.
- Una o más baterías de reserva.
- Objetivos adicionales, dependiendo del tipo de salida o el tipo de fotografía que vayamos a hacer.
- Un disparador externo.
- Trípode (normalmente colgado en el exterior de la mochila)
- El cargador de la cámara.
- Flash externo de mano y su disparador.
- Una tablet es muy útil para revisar las fotos in situ.
- …
Uno de los comentarios bastante frecuentes en los foros de fotografía es que la mochila (o bolso) se ha quedado pequeña.
Hay que pensar que quizás no es tanto problema de la mochila en sí, sino de la cantidad de equipo que intentamos ‘llevar por si acaso’… y que al final no acabamos utilizando.
Mi recomendación (que no deja de ser una opinión personal) es que quizás vale la pena elegir ya de partida una mochila fotográfica de tamaño medio. Me refiero a una mochila ‘normal’, para llevar en la espalda, con dos correas (una para cada hombro)
Sería, digamos, una apuesta segura para empezar. Que te va a dar bastante margen y debería cubrir más o menos bien la mayor parte de las situaciones típicas.
El tiempo y tu propia experiencia te irá diciendo en qué te limita esa mochila inicial en función de las situaciones y el uso habitual.
Tipos de mochilas y bolsos
Vamos a comentar en este apartado las tipologías básicas: bolsos, fundas y mochilas, con algunas de sus variantes más frecuentes.
Bandoleras ligeras y fundas
Son bolsos que van colgados al hombro por una correa (cruzada o no) y normalmente se llevan al lado del cuerpo, a la altura de la cadera.
Por lo general son bolsos relativamente pequeños (lo puedes imaginar como una bandolera para llevar un portátil, un poco más ancho) y están pensados para llevar un equipo ligero.
Las más pequeñas, que sólo tienen espacio para la cámara y poco más, se llaman fundas (holsters).
Bolsos de hombro
Los bolsos de hombro típicos de los fotógrafos (shoulder bags) suelen ser más grandes y anchos. Los modelos más estrechos pensados para llevar en bandolera con la correa cruzada (sling bags) son los que hemos comentado más arriba.
Mira aquí algunas fundas y bolsos recomendados para cámaras.
En general este tipo de bolsos permiten un acceso muy rápido a la cámara y a todo el equipo.
Es su principal ventaja.
Algunos bolsos permiten transportar mucho equipo pero ten en cuenta que puede llegar a ser muy incómodo e incluso doloroso si nos pasamos con el peso y sobre todo si tenemos que llevar el bolso a cuestas durante horas.
Tanto los bolsos como las fundas van sueltas y pueden llegar a molestar bastante si tenemos que hacer muchos movimientos o cambios de postura.
Riñoneras
Básicamente son fundas, pero van sujetas a la cintura con lo que podemos hacer movimientos con cierta libertad.
La riñonera permite un acceso muy rápido a la cámara.
Sirven para llevar muy poco equipo, básicamente la cámara con un objetivo pequeño y elementos pequeños como tarjetas y baterías de repuesto.
Hay algunas que incluyen más compartimentos para objetivos, etc. pero si llevamos mucho peso llegaría a ser muy molesto.
Pueden ser una buena combinación junto con una mochila. Usando la mochila para llevar el equipo que no usamos en ese momento y la riñonera para llevar la cámara protegida y el equipo mínimo necesario mientras estamos fotografiando.
Algunas riñoneras que puedo recomendar:
Mochila bandolera
Tienen el formato de mochila y van colocadas a la espalda, pero se sujetan con una única correa cruzada. El peso recae sobre un único hombro.
Tienen la ventaja de que se pueden pasar fácilmente de la espalda al frente, sin que tengamos que quitar la mochila, para acceder a la cámara.
Sólo son prácticas si llevamos poco peso y/o las llevamos encima durante poco tiempo.
En general son más cómodas que los bolsos en bandolera. Algunos modelos incluyen una correa adicional (sobre el pecho normalmente) que sujeta la base de la mochila para que vaya menos suelta en la espalda.
Pero en cualquier caso, al recaer el peso sobre un único hombro puede llegar a molestar y doler si llevamos mucho peso.
Las mochilas bandoleras pequeñas son ideales por ejemplo para cámaras EVIL / mirrorless pequeñitas y su equipo.
Mochila fotográfica
Son mochilas (van sujetas a la espalda mediante dos correas, una para cada hombro) pero diseñadas específicamente para llevar material fotográfico.
Hay modelos de todos los formatos, tipos y colores.
En general tienen bastante capacidad para material fotográfico (espacio acolchado) y permiten llevar más peso, o de una forma más cómoda, porque el peso va repartido entre los dos hombros.
Muchos modelos incluyen cinchas adicionales para evitar que la mochila baile en la espalda.
Sin embargo, pocos modelos incluyen cinturón de descarga. El cinturón de descarga hace que la mayor parte del peso de la mochila se distribuya en la cadera. Las correas no cargan los hombros, simplemente evitan que la mochila caiga hacia atrás.
Si tenemos pensado cargar mucho peso en la mochila y/o durante mucho tiempo (horas por ejemplo) es preferible intentar elegir una mochila con cinturón de descarga.
Otra ventaja de las mochilas es que si está bien ajustada permite diferentes movimientos y posturas sin que se mueva ni nos moleste mientras usamos la cámara y el equipo.
Además deja las manos totalmente libres.
El principal inconveniente es que el acceso a la cámara normalmente no es tan sencillo y rápido (si comparamos con un bolso de hombro por ejemplo).
Pero esto realmente depende muchísimo de cada modelo.
Hay modelos que dan prioridad a la facilidad de acceso y permiten una apertura lateral directamente donde va situada la cámara en su interior. Otros modelos dan prioridad a la seguridad y sólo permiten el acceso a la cámara desde la zona que va en contacto con la espalda.
Otros modelos dan prioridad a la seguridad del equipo (para evitar robo de material por descuido).
Mochila genérica / especializada
En este apartado entrarían las mochilas genéricas, no diseñadas específicamente para material fotográfico.
Se puede ‘convertir’ una mochila genérica en fotográfica comprando aparte espacios y separadores acolchados para proteger el material.
Como es lógico, esto tiene ventajas y desventajas.
Una de las ventajas es que podemos utilizar mochilas especializadas para ciertas actividades.
Por ejemplo, para senderismo es muy recomendable llevar una mochila con un buen cinturón de descarga (porque además de la cámara llevaremos agua, comida, ropa de recambio, botiquín, etc.)
O si queremos que la mochila pase más desapercibida, podemos usar una mochila ‘normal’ poniéndole nosotros el acolchado.CardPortada
Una de las desventajas es que las mochilas fotográficas están diseñadas para hacernos la vida más sencilla: apartados pensados para cámaras y equipo, accesos rápidos, una protección más sólida, etc.
Como comentaba al principio: no hay una solución perfecta para todas las necesidades y situaciones.
Cada uno tiene que valorar y encontrar el mejor compromiso.
Y al final es la práctica y la experiencia (tu experiencia) la que te va a ir dando las pautas para elegir la mochila más adecuada para cada situación o adaptar de alguna forma las opciones que ya tienes. No se trata de comprar 200 mochilas, sino de tener 2 o 3 opciones para elegir dependiendo de las situación.
Mochilas de tamaño medio para comenzar
Si no tienes muy claro qué mochila elegir inicialmente, mi recomendación sería alguna mochila fotográfica mediana, de gama media.
Creo que no vale la pena gastar el dinero en una mochila de gama alta (si no tenemos muy claro qué necesitamos) porque primero tenemos que ver qué tal se adapta la mochila a nuestras necesidades y cómo nos adaptamos nosotros a ese tipo de mochila.
No es tirar el dinero, porque como digo una mochila fotográfica extra siempre nos va a venir bien, aunque sea como mochila de transporte o para almacenar equipo en casa y que esté protegido.
Dentro de esta gama media o media-baja hay cientos de modelos en el mercado, de marcas conocidas y de marcas desconocidas (o incluso sin marca)
Si no quieres gastar mucho, una mochila fotográfica ‘clásica’, de transporte, con buena relación calidad precio es por ejemplo la de Amazon Basics:
Otra opción con una muy buena relación calidad precio puede ser alguna de las mochilas Beschoi de gama media. Son mochilas ligeras, con un diseño bonito pero discreto, no parecen mochilas de fotógrafo.
La versión pequeña tiene unas medidas de 41 x 27 x 14 cm. Está construida con material resistente a la lluvia, no incluye funda impermeable. Es una mochila con una muy buena relación calidad precio. Tiene apertura trasera (se abre la tapa trasera y da acceso a todo el equipo)
La otra versión es un poco más grande (41 x 21 x 24 cm) y tiene un formato diferente. El acceso a la cámara es a través de un lateral, y además tiene dos compartimentos: uno en la parte inferior para objetivos o accesorios, y otro en la parte superior para extras.
K&F Concept también tiene mochilas interesantes en esta gama media:
Si subimos un peldaño en calidad de materiales y construcción, una muy buena opción son las mochilas Lowepro Flipside. Gran capacidad de carga para equipo fotográfico, muy cómodas, resistentes y muy buen construidas.
También las K&F Concept Beta me gustan mucho como mochila versátil y su diseño es muy atractivo.
Mochilas / bolsos recomendados para equipo pequeño y ligero
Por ejemplo si tenemos una cámara sin espejo pequeñita y solemos salir con poco material fotográfico.
Las cámaras sin espejo de objetivos intercambiables (también conocidas como EVIL, CSC o mirrorless) son en general más pequeñas que los modelos réflex equivalentes.
En algunos casos podemos ir con un equipo muy compacto en cuanto a volumen y peso, por ejemplo si usamos cámaras pequeñas del sistema Micro 4/3 con objetivos ligeros vamos a poder llevar bastante equipo en un espacio muy reducido.
Algunas recomendaciones para mochilas pequeñas y bolsos de hombro para equipos mirrorless o situaciones en las que queremos salir con lo justo:
Aquí tienes más mochilas para equipo fotográfico ligero.
Mochilas de gama media alta
Si le vas a dar un uso intensivo a la mochila vale la pena comprar una mochila de calidad.
La diferencia entre una mochila barata y una mochila de gama media/alta más cara está sobre todo en los materiales, la calidad de construcción y los acabados.
La protección suele ser mejor, tanto por los acolchados interiores como por la resistencia de toda la estructura, incluyendo las correas, que suelen ser uno de los puntos débiles (las costuras que unen las correas con el cuerpo de la mochila y soportan toda la tensión) y las cremalleras.
Una mochila más cara o de marca conocida no garantiza que sea mejor que otra de marca desconocida, más barata. Puede haber excepciones y además se paga la marca (como garantía de producto de calidad). Pero por lo general en este tipo de productos pagas por lo que recibes.
También el diseño y funcionalidad de las mochilas de estas gamas suele estar más estudiado, la mayoría de las marcas más reconocidas tienen el asesoramiento de fotógrafos profesionales. Además de durabilidad suelen aportar un extra de comodidad y/o funcionalidad.
Algunas marcas que ofrecen mochilas fotográficas de muy buena calidad:
Hay por supuesto más marcas y fabricantes.
Mantona, Tarion, Neewer, Beschoi, Hama ofrecen muy buenos productos en gama media y gama media-alta.
Y en gama media baja y gama baja hay muchos modelos de marcas menos conocidas. En estas gamas suele ocurrir en muchos casos que determinado modelo es comercializado por varias marcas (rebranding).